viernes, 14 de enero de 2011

Karol


Hace tiempo que la palabra santo o santa no corre por mi vocabulario, sin embargo esta emotiva mañana en la que solo pensaba en irme a la playa y descansar me encontré con la noticia de Karol.

Mientras leía las ciertas dispensas que se pidieron para darle a Karol, lo que en virtud de su vida merece, el recuerdo me llevaba de la mano a situaciones extrañas en las que me parecía que karol era parte de mi vida.

Recordé con nostalgia su agonía, lo inspiradora que era su imagen paradójicamente acabada . Su anhelo infinito por cumplir su misión literalmente hasta el último aliento.

De cierta forma Karol fue para mi la imagen más clara de cómo sería Dios, sin creer que rayo en irreverencia o en ofensa a Dios, pero si es que es verdad lo que nos dice el nuevo testamento y las agudas exegesis sobre como es el amor de Dios , el rostro, la fuerza, y el amor de karol deben ser un magistral reflejo.

Aún recuerdo aquella noche, yo tenía 6 años, la gente estaba agolpada en las calles, conmocionada, yo estaba subido en la reja del cerramiento de mi casa, me parece casi imposible que lo pueda recordar. Mi familia afuera y el calor insoportable, de pronto pasaron motos carros y la gente vitoreaba y de repente en esa extraña carroza con un vitrina encima vi por única vez con mis propios ojos a Karol, a quien todos llamaban Juan Pablo II.

Hoy me uno al pueblo que clama “santo súbito"