Tarde casi noche, alegría y festejo
Tu blanco perfecto, sin dudas, impecable.
El brillo en tu frente la claridad del deseo,
un largo pasillo y el frío mármol al final,
exóticos atuendos, miradas, nostalgia.
La sequedad de las porcelanas mirándonos
Sonrisas sobre los nosotros miniatura que
Llevan la alianza recostada en un calido cojín.
El calzado radiante y gargantas prisioneras
Los libros de siempre, el mismo oficio,
Las mismas palabras, esta vez en nosotros
Nos esperamos desde siempre.
No chocan campanas ni alzan palomas
Solo hay lo que es necesario
Líneas blanca y casi transparentes bordean el camino
Los suaves pétalos perfuman el espacio
Hermosas doncellas sumisas siguen tu camino
Los Dioses a la espera
Todo es perfecto, todo será perfecto.
Al fin de mi vida deseo ver tus ojos
cubiertos de piel cansada revelando
una vida plena, plena y junto a mi.