jueves, 9 de agosto de 2012

Es cuando, es la forma




Es la manera en la que cruzo el puente, es cuando me urge llegar donde estás,
es cuando respiras por la mirada como necesitando algo y como con el resto pides paz.

Es la forma en la que te acercas sin querer nada, es la manera en que sabes despreciar, es cuando te vuelves tan visible que es imposible mirar.

Son tus pies que asoman cautivantes, son las palabras que no dices y esos juegos que no juegas, es la forma en que no dices.

Es cuando recuerdo que no estas, cuando se que ya no eres, es cuando se que aún te pierdes.
Es la manera en que deshaces lo que hago y construyes sobre ruinas, es ese momento en que es tiempo de dormir.

Es la morada madrugada y el latir al descompás, es cuando pides mi voz que reconforta, es cuando te aflige el pensar, es ese lugar donde nadie nos ve, donde nadie te ve.

Es cuando no existe acuerdo y donde tú eres la dueña, es cuando las risas son pocas y cuando las palabras son  muchas, es cuando no hay disculpa.

Es la manera en que me marcho, es la forma en la que me dejas ir, es ese instante en que me pierdo y tu no haces nada por mi.

sábado, 5 de mayo de 2012

Amigos - Amantes


De manera inolvidable Sarah decidía romper el miedo de envolverlo con su cuerpo,
Juan estaba intoxicado de alcohol y solo así pudo abrazarla.

Después de tantos años de verse y hablarse, de beber y fumar, de leer y soñar, después de tanto caminar de lejos y tanto caminar de cerca, de cantar y reír, después de todo, por fin estaban juntos. Separados por 3 centímetros de sábanas y sin saber que decir

Juan desperdicia intentos mudos de querer pedirle que lo ame y Sarah adivinando sus ganas y perdiendo los miedos le brinda ese abrazo.

Los brazos se entrelazan y los lazos se abrazan, se infunden aliento y sellan los labios.
Pero Sarah teme otra vez y se rompe el abrazo se miran las espaladas horizontales como en guerra, se acaba la caricia y se acaba el sueño. De ojos abiertos y de pensar intenso cada quien frente a su pared y cada quien con sus miedos otra vez.

Juan canta como sonámbulo y Sarah deshace lo que sin querer ya se hilaba en su mente. La melodía del amor esa noche enmudeció y al final la amistad prevaleció

La piel y la carne podían esperar, el alma y el llanto las traerán de vuelta, cuando la tristeza se anide en los huesos y la soledad los arroje al mismo camino y se encuentren en la realidad de ser uno para el otro. 

lunes, 9 de abril de 2012

Creer

Pensé que este relato debía ser triste y compadecido, fui cayendo en esa pena lastimera sin darme cuenta.

Escribí tres párrafos diferentes tratando de decir cosas lindas, buenas o reconfortantes, como si de cierta manera ustedes lo necesitaran, luego me fui dando cuenta (al no encontrar las palabras precisas) que ustedes tienen tantas cosas claras, un camino difícil de recorrer, pero se tienen el uno al otro, se tiene para recordar que todos tenemos una misión, todos tenemos un sentido y sobretodo, el hecho de que estemos vivos, es porque así debió ser.

Creo que jamás sabremos por que suceden ciertas cosas, pero lo que si sabemos es que todo lo que nos toca es porque podemos con ello y más aún, que aquello que nos pasa es un camino a ser feliz. La mayoría de las veces en verdad no creo esto, pero a veces se me escabullen por los ojos y los oídos ciertas verdades que vuelven a activar esas partes de mi alma que ya no creen en los milagros.

Ese amor inquebrantable que los une me obliga a creer que es cierto de que “la medida del amor, es sin medida”

Hace tantas veces me rendí ante nimiedades, hoy quiero tener un pedacito de esa entereza que los hace invencibles.

Para Claudia y Tomás