viernes, 21 de agosto de 2009

Silvio

La poesía se hace fría y torpe para describir la hoguera generada por el jubilo y el gozo de escuchar y ver al maestro.
Sin pose ni modo ni tontería inventada, con la campante naturalidad de su vivir, caminó un pequeño hombre, cansado pero firme, con un baúl de letras y sonidos que despidió entre cuerdas y tendones, esperando nada a cambio, nos dio todo a su modo libre, cual solamente puede ser libre, lecciones de vida de tristezas y humanidad, tocando los tímpanos de todos, cada palabra desatando un temporal y tocando las fibras del corazón. Porque su amor no es de uno sólo, sino alma de todos.

jueves, 13 de agosto de 2009

Cata

Hace algún tiempo ya que María José se ha vuelto mi amiga, es súper raro porque ella pertenece a las tropas en las que serví hace algunos años. Siempre está recordándome los criterios fundamentales del cristianismo y lo equivocado que vivo.
En un instante de este tiempo ella me acercó a Cata, una persona que conocí en este mismo espacio de lucha y aunque nunca fuimos muy amigos sabíamos que existíamos.
Cata enfermó de cáncer, no sé hace cuanto y tampoco a que específicamente, sólo sé que dentro de todo lo negativo que esto es, ella me inspiro a salir un poco de mi egoísta vida, así que decidí dedicarle un poco de mi esfuerzo.
Le dije unas cuantas cosas y al fin pude visitarla el lunes, no la veía hace mucho tiempo y no sabía con que me iba a encontrar, sin embargo ella bajó y abrió la puerta de lo más sonriente y me saludó, me invitó a pasar. Estaba bien y eso me alegró, luego pasamos un tiempo conversando con ella y unas amigas que estaban ahí, nos reímos un poco, no recuerdo mucho los temas pero al final cuando ya me iba me dijo:

- Willy, ahora a rezar de rodillas por mí.

La verdad me gustó que lo pidiera y le dije que obvio que sí.
El martes reanudé mis clases de Kendo y al empezar el entrenamiento, en el momento en el que estamos de rodillas decidí ofrecer, entre otros, ese esfuerzo a la salud de Cata. La primera clase después de mucho tiempo de no entrenar es muy sacrificada, sobretodo para un flojo como yo, pero estuve feliz de haber podido donar algo de cierta forma.
El miércoles María José se encargó que Cata supiera lo que empezaba a hacer por ella y estuvo muy agradecida.
Hoy jueves murió Cata.

“Al final de este viaje en la vida quedará
nuestro rastro invitando a vivir”. Silvio R.

lunes, 3 de agosto de 2009

Última encomienda

El rey, cansado de la sangre y la conquista, viejo de la piel pero más lucido que en la juventud, piensa deshacer la malicia de la que se ha rodeado, de la corrupción, de la desigualdad, de la peste que corre por las venas de su reinado. Se sienta y piensa en quién depositar el poder que de Dios le ha dado para regir, piensa en un corazón noble y humilde.

Llora pensando en lo incompetente que es su linaje en asuntos de la sensatez. En realidad siempre supo en quien confiar, pero jamás se sintió tan necesitado de aceptar esa realidad como ahora que la muerte ya se había vuelto su hermana.

Mandó llamar a su capitán, un hombre que sólo anhelaba dos cosas: luchar hasta morir en la batalla y volver con su familia, en esta vida o la otra.

El rey le explicó sus planes, su última encomienda, su intento de borrar los años de sangre y conquista, sus ganas de que el mundo lo perdone y de que su reinado deje de ser una cueva de serpientes. Le ofreció todo el poder del mundo, le ofreció ser el hombre más poderoso de todos los reinos; pero el capitán dijo – de todo corazón, no-

El rey lo tomó de los hombros con paternal mirada, enjugando sus ojos con lágrimas, con brillo de orgullo y angustia de frustración, y dijo –justamente por eso es que debes ser tú-