lunes, 27 de octubre de 2008

El Día

Tarde casi noche, alegría y festejo
Tu blanco perfecto, sin dudas, impecable.
El brillo en tu frente la claridad del deseo,
un largo pasillo y el frío mármol al final,
exóticos atuendos, miradas, nostalgia.
La sequedad de las porcelanas mirándonos
Sonrisas sobre los pequeños nosotros, que
llevan la alianza recostada en un calido cojín.
El calzado radiante y las gargantas prisioneras,
los libros de siempre, el mismo oficio;
las mismas palabras, esta vez en nosotros.
Nos esperamos desde siempre;
no chocan campanas ni alzan palomas,
solo hay lo que es necesario.
Líneas blancas y casi transparentes bordean el camino,
los suaves pétalos perfuman el espacio;
hermosas doncellas sumisas siguen tu camino
Los Dioses a la espera.

Todo es perfecto, todo será perfecto.

viernes, 24 de octubre de 2008

Enterrada

Cada vez más cerca, cada vez menos interés, y yo escuchaba los violines sólo en mi cabeza, sólo yo. Cuanto más me adentraba en ella, más se alejaba.
Casi mil vidas soñando, casi mil reinos sin conquistar, casi sin sueños, casi sin razones.
La historia se viste mejor de cuerdas que de palabras.
Como la quise y verla morir era tan cruel, era tan ajeno a la lluvia, era tan ajeno a mi clamor.
Y la enterré a la vista de todos y nadie vio su funeral, la enterré viva, nadie la vio morir, ni siquiera ella se encontró muerta, solos su funeral y yo, solo ella y yo; pero ella estaba de negro y recostada en lino de olvidos, de renuncia, de verdad.
Malgastado mi amor se encontró sin salida a un fallecer temprano de nada en vida y en exequias eternidad.