viernes, 12 de septiembre de 2008

Ellos


Sus ojos pequeños seguían mirando y las sonrisa se escapaba sin sentido, tenían el mundo entero a su alrededor y caían las confesiones.
Se amaban mientras se prometían no amarse, se entregaban sin siquiera tocarse, ella callaba su interior, ella no quiere, ella no sabe, ella teme, ella esta desconcertada, ella siente tanto y siente que no debe sentir.
Él siente y quisiera sentir mas, él quiere, él teme, él ama y amando la ama sin conocerle y quiere quedarse con ella sin saber siquiera si es ella, es el momento, es la atención, son sus ojos, son su todo.
Confesiones de sus vidas de sus deseos de su ser.
Rieron, lloraron, escribieron… fumaron la tarde eterna tan grande y tan finita
- eso hace que apreciemos más este momento- dijo ella como consolando al inquieto por la partida.
Ya no había excusa para seguir ahí, juntos, disfrutándose.
Se acabó la noche ella se llevó sus letras y pensaba para si
- como lo creí diferente, que extraño, que lindo- y en ese momento decidía con suma intensidad que jamás le amaría, que el sería su amigo su compañero su escudero.
El quería creer que ella le había amado y así era, no como el quiso pero si como las alas le permitieron.
Ella volvió a la realidad luego de dejarlo, todo parecía menos precioso que hace un momento. La verdad la embargó y ya nada fue precioso.

El la pensó aún cuando no debía y todo se hacía más difícil y más precioso.
Comenzó a olvidar su figura, el había visto su piel de manjar y había degustado mínimos espacios de su piel con ligeros roses que prefería evitar, había olido su cabello en el casi inexistente momento de una despedida, sus labios habían besado su piel en rostro. Ya nada de eso era importante.
Cuando pensaba en sus ojos solo recordaba el brillo y pensaba en su cintura solo recordaba un abrazo si pensaba en ella solo veía una sonrisa.
Así afectado tan vulnerable se dejó llevar y no pudo parar de pensar, ella mas fuerte solo discernía como hacer para que él no le quisiera más.
Ella le amaba, no lo sabía pero le amaba mas, ella encontró lo que no existe, lo que ella pensó que no existía, lo encontró en él y él no podía ser de ella.
Su mayor temor eran las heridas. Por que él sería diferente se decía –ni siquiera me gusta- y por dentro de una extraña manera ya le deseaba, queriendo estar en sus brazos acogida sintiéndose amiga, hermana, mujer.

A ella le encontró primero el sueño, a ella le encontró primero la verdad y se rindió, con facilidad fue cayendo y así despojándose de lo que había sido la tarde más intensa de su alma desde el siglo en que nació.

Él luchó con fuerza, él no se dejaba vencer, él quería estar vivo mientras pudiese para no dejar de saborear cada minuto que ella le regaló, para revivir en cada segundo ese momento, en ese lugar, en medio de todos, tan solos, tan ellos.

5 comentarios:

Felicidad dijo...

Como la parte triste de la historia de papá y mamá. Ahora se quieren felices todos los dias.... y quieren comprarme un perro.



Sofi Junior

Maluli Nowak dijo...

maravilloso... perfecto.. delicioso.. casi casi puedo estar ahi..

Anónimo dijo...

Como tiernas babosas!
Querido amigo, yo que te conozco de toda la vida. No me siento impresionado de lo que escribes (es decir de este lado melancólico-profundo), esto es tu otro lado que no conocen mas que tus amores... (Obviamente entre esos amores tus panas)

LunesSinCarneGye dijo...

tan solos, tan ellos..

andypanda

MAGA dijo...

lei, lei, lei y lo he leido un millon de veces. Mi comentario no era suficiente... a lo mejor solo con el tiempo.

DESPUÉS DE UN TIEMPO
Autor: Jorge Luís Borges

Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma.
Uno aprende que el amor no significa sexo, y una compañía no significa seguridad.
Y uno empieza a aprender.
Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos.
Y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.
Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado,hasta el calorcito del sol quema.
Uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores.
Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte, que uno realmente vale, y uno aprende y aprende.
Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro, significa que tarde o temprano querrás volver a tu
pasado.
Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad
que deseas.
Con el tiempo te das cuenta que si estas al lado de esa persona sólo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabaras no
deseando volver a verla.
Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados, y que el que no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas.
Con el tiempo también aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la
vida.
Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es sólo de almas grandes.
Con el tiempo te das cuenta que aunque seas feliz con tus amigos, algún día lloraras por aquellos que dejaste ir.
Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible.
Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser humano, tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios multiplicados y al cuadrado.
Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen ocasionará que al final no sean como esperabas.
Con el tiempo te das cuenta que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante.
Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están a tu lado, extrañaras terriblemente a los que ayer estaban contigo y ahora se han marchado. Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo, ante una tumba, ya no tiene ningún sentido. Pero
desgraciadamente, sólo con el tiempo.