lunes, 9 de febrero de 2009

El Cara libro

Creado originalmente para generar vínculos sociales entre los estudiantes de la Universidad de Harvard. Mark Zukerberg logró hacer una red virtual, formando así comunidades de estudiantes; la llamó Facebook, que es el nombre de los panfletos entregados a los estudiantes de los primeros años para generar el mismo efecto.

El asombroso éxito lo llevó pronto a hacerlo público, de tal manera que todo aquel que posea una cuenta de correo electrónico, hoy en día tiene acceso al Facebook.
Tomando en cuenta la idea original de esta “herramienta” (así le llamaremos por ahora), podemos decir que es funcional, ya que el fin para la cual se creó se cumple enteramente.

Sin embargo, el punto más relevante a considerar aquí es el impacto que ha tenido este programa en las sociedades menos desarrolladas, específicamente la nuestra.

Ya que en nuestro medio a pasado de ser una herramienta, a ser una novelería, y de a poco la gente se han ido contagiando. Sin lugar a duda existen personas en nuestra sociedad que le dan el uso para el que fue creado o afines, por ejemplo encontrar un viejo amigo o mantenerse en contacto con personas que pueden no estar cerca.

Sin embargo también nos a convertido en una sociedad menos privada y más morbosa. Hemos ido evolucionando desde querer compartir algún momento con una imagen, a “miren lo que soy y lo que hago” o tal vez peor “miren lo que parece que soy” buscando la mejores fotos con las mejores poses. Tal vez sea parte de la comunicación de los vínculos sociales sin embargo pareciera que nos hace caer en una despersonalización.

Hace poco leí un nick del Messenger que me pareció bastante sensato, decía “campaña no cuente su vida a través del nick del Messenger”. Si bien es cierto todos participamos de la globalización y de usar este tipo de herramientas de comunicación, por lo que no es raro (no por eso esta bien) que empecemos a transmitir nuestros complejos y necesidades, la búsqueda imperiosa de aceptación y de afecto se materializan y quedan registrados en estos famosos programas.

Basta con visitar cualquier perfil del Facebook, puedes saber su nombre, gustos, grupo de amigos, que hizo el fin de semana, hace cuanto tiempo estuvo conectado en el Facebook, a quién aceptó como amigo, mensajes, comentarios, declaraciones de amor, de amistad, de cariño, con quién mantiene una relación, etc. ¿Cuál es el trasfondo de todo esto?, ¿saber de tus amigos o espiar su vida?.

En un entorno amigable y de buen gusto, fácil de usar y estable, navegamos conociendo aspectos de personas que conocemos y de otras que no, y que tal vez no tendríamos que conocer.
–“Juan Pérez ha terminado su relación con Pepita Equis”.

De cierta forma empieza a convertirse en un cyber chismoso que pone en un escaparate público realidades de las cuales tal vez habría que guardar cierto sigilo o respeto.

Tal vez sea una cuestión de cultura, nosotros no hemos sabido administrar o utilizar este recurso de la mejor manera, pasando horas interminables subiendo trescientas fotos de la farra del fin de semana con las mismas personas, haciendo lo mismo, en el mismo lugar, con la misma bebida y diferente ropa.

También es evidente como afecta en ámbito laboral, las personas empiezan a generar esta adicción por estar al tanto de todos sus amigo y de los que no lo son, que descuidan sus tareas más relevantes, incluso sus horas de sueño, es innegable la afección, sino no estuviese prohibido en la mayoría de los trabajos de oficina que requieran un ordenador.

La pregunta clave sería, ¿es necesario tanta información sobre el otro y la otra?, ¿hasta que punto despersonaliza a la gente?, ya no te visito ni te escucho, ahora escribo en tu muro o te incluyo en un grupo o te hago un regalo, todo de manera virtual, dejando de lado la calidez de un abrazo o lo vivencia de una mirada, ahora todos somos androides que viven con este sucedáneo de realidad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mi querido hermano.
Tu me conoces. Y te conozco desde siempre desde lejos...
Estoy tan de acuerdo con tu post que me parece que lo escribí yo, cual miguel angel y rafaello.
Y no me queda más que decir: "no pierdas tu tiempo manuel"
Es lo mismo que pasa con la televisión nacional y el vomito infinito de despersonalización que muchos se atraganta día tras día. Pobre mi país, si hasta los inteligentes, los estudiados, universitarios, trabajadores y profesionales viven de esa basura. -En fin.
Cuando escribí un post (mucho menos escolástico y mucho más soez) una buena amiga me dijo: -El facebook es lo mismo que haces tu con tu blog, pero de otra forma- ... A lo que yo respondí: -Si, es lo mismo-.