jueves, 13 de agosto de 2009

Cata

Hace algún tiempo ya que María José se ha vuelto mi amiga, es súper raro porque ella pertenece a las tropas en las que serví hace algunos años. Siempre está recordándome los criterios fundamentales del cristianismo y lo equivocado que vivo.
En un instante de este tiempo ella me acercó a Cata, una persona que conocí en este mismo espacio de lucha y aunque nunca fuimos muy amigos sabíamos que existíamos.
Cata enfermó de cáncer, no sé hace cuanto y tampoco a que específicamente, sólo sé que dentro de todo lo negativo que esto es, ella me inspiro a salir un poco de mi egoísta vida, así que decidí dedicarle un poco de mi esfuerzo.
Le dije unas cuantas cosas y al fin pude visitarla el lunes, no la veía hace mucho tiempo y no sabía con que me iba a encontrar, sin embargo ella bajó y abrió la puerta de lo más sonriente y me saludó, me invitó a pasar. Estaba bien y eso me alegró, luego pasamos un tiempo conversando con ella y unas amigas que estaban ahí, nos reímos un poco, no recuerdo mucho los temas pero al final cuando ya me iba me dijo:

- Willy, ahora a rezar de rodillas por mí.

La verdad me gustó que lo pidiera y le dije que obvio que sí.
El martes reanudé mis clases de Kendo y al empezar el entrenamiento, en el momento en el que estamos de rodillas decidí ofrecer, entre otros, ese esfuerzo a la salud de Cata. La primera clase después de mucho tiempo de no entrenar es muy sacrificada, sobretodo para un flojo como yo, pero estuve feliz de haber podido donar algo de cierta forma.
El miércoles María José se encargó que Cata supiera lo que empezaba a hacer por ella y estuvo muy agradecida.
Hoy jueves murió Cata.

“Al final de este viaje en la vida quedará
nuestro rastro invitando a vivir”. Silvio R.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

... por lo menos por eso es que estoy aquí. S.R.

Mi querido hermano,
Como muy pocos pueden entender la alegría y el dolor que nacen de lo mismo.
Un Abrazo.

Unknown dijo...

palabras precisas Willy Geovanny!