martes, 6 de enero de 2009

Cuando seas tú

Cuando seas tú, dame una señal.
Cuando pases frente a mi, quítame los ojos.
Camina conmigo, llévame a tu sitio.
Deshaz mis ideas de conquista.

Cuando seas tú, enciende el candil.
Cuando me veas ciego, tómame de la mano.
Dibuja un nuevo cielo con tu voz.
Roba mis pinceles, que escriban en tu espalda.

Cuando seas tú, encuéntrame en los sueños.
No llegues tarde, temo no tener nada para ti.
Remienda este corazón vacío de gastarlo todo.
Siembra un horizonte que me guíe hasta ti.

Cuando seas tú no me temas, sólo ámame.
Cuando me encuentres, dime que eres tú.
Grítame en la cara que no te deje pasar.
Si escuchas estas líneas se tú otra vez y sálvame.

Cuando seas tú, mi sangre correrá de nuevo,
mi corazón romperá mi pecho.
Cuando seas tú, al fin podré ser yo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Recurdo este Antipoema, lo leí en tus manuscritos alguna tarde de calor con cerveza. Conversamos del detalle de lo que era para cada uno el "cuando seas tu". Creo que lo entendimos igual.

Un Abrazo

Anónimo dijo...

ohhhhh! q lindooo! la busqueda eterna y q deja demasiadas preguntas!! apenas me dijiste me dio curiosidad jeje!!


Nata! =)